Andy Roddick aprovechó su gran oportunidad de volver a los primeros planos con un título de peso y se quedó con el Masters 1000 de Miami. En la final en Key Biscayne, el estadounidense derrotó por 7-5 y 6-4 al revitalizado checo Tomas Berdych.
El arranque del partido fue parejo. Tal es así que el primer break point llegó recién en el undécimo game, pero Berdych logró mantener su servicio. Poco después Roddick quebró para ponerse 6-5 gracias a una derecha de su rival que se fue ancha. Enseguida, y tras 51 minutos de juego, el local se adueñó de la primera manga con su quinto ace.
Berdych sintió el golpe y Roddick lo aprovechó, al romper el saque de su oponente ya en el game inaugural del segundo set. El checo salvó dos match points en el penúltimo game, pero en el siguiente dejó en la red un revés y el estadounidense se alzó con la victoria y el título, en una hora y 23 minutos de juego. "Tuve una buena oportunidad en Indian Wells y no la aproveché. El último mes ha sido realmente bueno para mí", señaló el ganador.
"El es un muchacho que uno no quiere enfrentar en tu lado del cuadro, es un jugador completo", agregó el número ocho del mundo sobre Berdych, quien ocupa el puesto 20 y cierra, pese a la derrota, una gran semana, en la que provocó la eliminación en octavos de final del número uno del mundo, el suizo Roger Federer.
clarin.com
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